El demógrafo brasileño Jose Eustaquio Diniz Alves, de la ENCE/IBGE, comentó por email algunos puntos del Consenso de Montevideo, que se aprobó ayer en la ciudad uruguaya.
P: ¿Cuál es su opinión sobre los resultados de la primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe?
J.E.: La conferencia superó todas las expectativas. Hubo una gran presencia de delegaciones oficiales, organizaciones internacionales, asociaciones científicas y la sociedad civil. No solo se reafirmó el Programa de Acción de la CIPD del Cairo como se avanzó en áreas clave. En el documento se reafirmó la necesidad de fortalecer las políticas públicas para erradicar la pobreza, reducir las desigualdades sociales y promover la inclusión ciudadana. Consensos anteriores fueron ampliados y mejorados.
P: Cuales fueron los principales avances?
J.E.: Los puntos B (Derechos, necesidades, Responsabilidades y Demandas Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes), C (envejecimiento, Retos Socioeconómicos y Protección Social) y D (Acceso Universal de Los Servicios de Salud Sexual y Reproductiva) ya estaban en el Plan de Acción de la CIPD, pero fueron adaptados a la realidad actual de América Latina y el Caribe. Además de eso, se incluyerón mucho más detalles.
P: ¿En respeto a las cuestiones de género, cuales fueron los avances?
J.E.: Se confirmó el Consenso de Quito (2007) y de Brasilia (2010), especialmente lo que tiene que ver con la protección de los derechos humanos, la erradicación de la discriminación de género, la eliminación de la violencia y el fortalecimiento de las estructuras del Estado para promover relaciones equitativas entre hombres y mujeres. En eso se incluye la lucha contra la división de género del trabajo doméstico y atención a las tareas reproductivas no remuneradas de las mujeres.
Una mejora ante la CIPD del Cairo fue la inclusión del punto que trata de la paridad de género en los sistemas electorales, como condición para que la democracia se fortalezca y se profundize. Así como se destacó la importancia de aumentar la participación femenina en posiciones de poder y en posiciones de liderazgo público y privado.
En ese contexto, solamente faltó tratar de las desigualdades “inversas” y intragênero. Sin embargo, se señaló la necesidad de mejorar los sistemas de estadísticas e indicadores administrativos y sociales, que permitan una mejor comprensión de la desigualdad en todas sus formas, incluyendo las no-binarias.
P: Y en la categoría de “derechos sexuales y reproductivos”? También hubo avances?
Sí, la CIPD del Cairo mencionaba los derechos reproductivos, pero no incluyía claramente los derechos sexuales. En Montevideo, los derechos sexuales y reproductivos – la más jóven expresión de los derechos humanos – fueron tratados de manera amplia, lo que permitió que se consiladaran los logros de los países más avanzados de la región. El Consenso de Montevideo fue claro al incluir los derechos de las personas LGBT, afirmando la necesidad de:
– Promover políticas que contribuyan a asegurar que las personas ejerzan sus derechos sexuales, que abarcan el derecho a una sexualidad plena en condiciones seguras, así como el derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, con respeto de su orientación sexual e identidad de género, sin coerción, discriminación ni violencia, y garantizar el derecho a la información y a los medios necesarios para su salud sexual y salud reproductiva;
– Revisar la legislación, las normas y prácticas que restringen el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la provisión de servicios integrales amigables en el caso de adolescentes y jóvenes, y asegurar el acceso a la información completa sobre todas las opciones de servicios disponibles para todas las personas sin discriminación de ningún tipo, para asegurar que se cumplan en nuestra región los más altos estándares internacionales de protección a los derechos humanos y libertades fundamentales;
– Desarrollar políticas y programas tendientes a erradicar la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género en el ejercicio de los derechos sexuales y su manifestación;
P: Como fue la participación de ALAP en la Conferencia?
J.E.: La CRPD reafirmó la necesidad de que los derechos humanos deben ser la base para que se integren los temas de población en las políticas y programas públicos. Fue propuesto el fortalecimiento de las instituciones públicas encargadas de las cuestiones de población y desarrollo a nivel nacional y subnacional. Con eso, el proposito es lo de garantizar la intersectorialidad y la participación de actores no gubernamentales en el proceso.
Varios Asociados de ALAP de varios países de América Latina y el Caribe participaron activamente en la CRPD. El profesor Rogelio Fernández, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP) y representante de la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población (UIECP) tuvo una participación oficial, lo que reforzó los lazos entre el mundo académico, los gobiernos y la sociedad civil.
P: Gostaría de añadir otros puntos de destaque?
J.E.: Me gustó el documento en su conjunto. Pero me parecierion muy importantes los dos párrafos que tratan de la cuestión del medio ambiente, una vez que, creo, no es suficiente repetir el mantra de “desarrollo sostenible”. El punto 6 habla de la necesidad de establecer un equilibrio armónico y dinámico entre la población, el desarrollo y la salud de la biodiversidad (lo que incluye el derecho de los animales y los bosques) y la preservación de la salud de los ecosistemas. También garantiza patrones de producción y consumo sostenibles. Por fin, también aborda la cuestión del cambio climático como consecuencia no intencionada de las actividades humanas.